martes, 22 de noviembre de 2011

EL SÍ DE LAS NIÑAS (PARA SABER MÁS)










El sí de las niñas de Leandro Fernández de Moratín
Retrato realizado por Goya


(A continuación tienes varios enlaces a páginas webs y nueva información para completar y ampliar tus conocimientos sobre la obra de Moratín que has leído. Nuestro agradecimiento a la profesora Azucena Muñoz González por permitirnos utilizar este documento creado por ella).


La Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes tiene un portal dedicado al autor en el que se puede encontrar todo tipo de información sobre el autor y su obra (biografía, obra completa digitalizada, bibliografía con acceso a los mejores estudios, imágenes, fonoteca...). Http://bib.cervantesvirtual.com/bib_autor/moratin/

En Internet se pueden encontrar algunos pequeños fragmentos de dos puestas en escena de la comedia. Una versión de El sí de las niñas de Gustavo Pérez Puig de 1970 para TVE y momentos del montaje que dirigió Vicente Genovés en 2007.

http://bib.cervantesvirtual.com/bib_autor/moratin/vervideo.formato?video=250
http://www.youtube.com/watch?v=RXA9KA-TMbY

También se puede encontrar en Internet información sobre el vestuario, los muebles, las costumbres en materia de matrimonios o la educación de la época:

Vestuario: http://www.slideshare.net/amarcos/vestimenta-del-siglo-xviii-presentation-917626
http://museodeltraje.mcu.es/popups/publicaciones-electronicas/2007-indumenta0/Indumenta00-09-ALS.pdf

Mobiliario: http://mueblesantiguos.juegofanatico.cl/indice-cronologico.htm

El amor y el matrimonio en el siglo XVIII: http://revistas.ucm.es/ghi/02144018/articulos/CHMO0707110061A.PDF

La educación en la época de la Ilustración:
http://www.oni.escuelas.edu.ar/olimpi98/igualdad-de-oportunidades-en-educacion/reseña3.htm


Comentario de la obra

El sí de las niñas fue escrita en 1801 por el escritor madrileño Leandro Fernández de Moratín. Interesado desde muy temprano por el teatro, como buen ilustrado que era, dado su gran potencial para instruir al pueblo, sus viajes por Inglaterra, Francia e Italia, le permitieron conocer la situación de los teatros europeos, lo cual contribuyó a consolidar sus proyectos para la reforma del teatro español. En 1799 fue nombrado director de la Junta de Dirección y Reforma de los Teatros con la intención de introducir las mejoras que la escena española necesitaba: adecuación de los locales, formación de los actores, calidad de las obras, propiedad del vestuario, decorados, etc. Pero este afán reformista, tan caro a los ilustrados españoles, no se limitaba a los aspectos extraliterarios del hecho teatral sino también a los estrictamente literarios. Las piezas teatrales, como toda la literatura en general, debían ajustarse a una serie de normas que ya en la antigüedad clásica establecieron autores como Aristóteles y Horacio (de ahí el término de Neoclasicismo) y que, en 1737, Ignacio de Luzán recoge en su Poética, a saber: cumplimiento de la regla de las tres unidades de espacio, tiempo y acción, verosimilitud, reducido número de personajes y preferencia por un lenguaje sencillo y natural. Todas estas características están presentes en El sí de las niñas, comedia que se ajusta a la más rigurosa ortodoxia neoclásica.

Sin duda, esta obra supuso el mayor éxito de la corta producción dramática de Moratín y el mejor ejemplo de comedia ilustrada en España. Se estrenó el 24 de enero de 1806 en Madrid con notable éxito de público, lo que se demuestra por las elevadas recaudaciones obtenidas y por el hecho de que la obra se mantuvo en cartel durante veintiséis días consecutivos (hasta la Cuaresma en que las representaciones se interrumpían) y fue vista por un total de 37.000 espectadores (una cuarta parte de la población adulta de Madrid en aquel momento). Las localidades ocupadas por mujeres se llenaban cada día, lo que da una idea de hasta qué punto la educación de las jóvenes y los casamientos desiguales, temas de la obra, eran de gran interés para el público de la época.

La educación de las niñas estaba muy descuidada. Aquellas que pertenecían a familias privilegiadas recibían una educación en los conventos destinada a enseñarles a leer, escribir, bordar, rezar y poco más. Algunas salían a los catorce años para ser casadas en una boda de conveniencia; otras morían sin salir del convento. Dentro de las reformas llevadas a cabo por Carlos III, se modifican antiguas costumbres y se limita el excesivo poder de los padres sobre los matrimonios de los hijos.

Este tema enlaza también con la reivindicación de los derechos de las mujeres que se está desarrollando en Francia a partir de los sucesos revolucionarios de 1789 (con Olimpia de Gouges, considerada precursora del feminismo) y con una serie de libros extranjeros que tratan el motivo de la desdicha de las mujeres y que circularon por las tertulias literarias de los ilustrados españoles: Cartas de una monja portuguesa, novela anónima publicada en 1669 en francés; la novela epistolar inglesa Pamela de Samuel Richardson de 1740; Las amistades peligrosas de Choderlos de Laclos, publicada en Francia en 1782, también en forma de cartas, o La religiosa (1796) del escritor francés Diderot, novela aleccionadora sobre el padecimiento provocado por las leyes discriminatorias entre un hijo y una hija en el Antiguo Régimen.


Sin embargo, el éxito de El sí de las niñas no pudo impedir otras importantes repercusiones menos propicias. La comedia fue prohibida por inmoral por la Inquisición y, como consecuencia de ello, Moratín decidió abandonar su carrera como dramaturgo. La Guerra de la Independencia en 1808 provoca la división entre los afrancesados, liberales y jovellanistas frente a los absolutistas del Antiguo Régimen, lo que ahonda la crisis personal e intelectual de Moratín que acaba abandonando España y muere en el exilio en París en 1828, el mismo año en que muere en Burdeos su amigo Francisco de Goya, quien lo retrató en varias ocasiones. Ni la censura inquisitorial ni la Guerra de la independencia impedirán, sin embargo, que El sí de las niñas sea una de las obras más representadas en el siglo XIX y que siga teniendo una importante presencia sobre las tablas durante el siglo XX y la primera década del XXI.

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